...uno de los tesoros naturales más antiguos (de más de cien años) que ha podido conservarse entre la belleza y el caos del urbanismo citadino.
...la naturaleza centenaria a la que los caraqueños pueden recurrir para tomar aire fresco cuando desean hacer una pequeña pausa en sus modernas y agitadas vidas.
...árboles, plantas, rocas, tierra, junto a bellas esculturas que, en algunos casos, exaltan la identidad y el orgullo nacional. Tal es el caso de la estatua de Teresa de la Parra, una destacada mujer y escritora venezolana. De igual forma, la fuente Monumental Venezuela ofrece figuras humanas que representan a las distintas regiones de nuestra nación.
...un espacio para que los deportistas puedan tener a dónde ir cuando quieran hacer ejercicio, trotar, correr, relajarse.
...un parque donde los niños puedan recrearse conociendo y apreciando la naturaleza, las obras artísticas y jueguen, corran, paseen.
...un lugar propicio para la unión y el compartir en familia tan lejos y a la vez tan cerca de la apresurada vida caraqueña.
...parte de su pasado, su presente y, si Dios quiere, su futuro también. Ya en su canción "sueño caraqueño", Billo Frómeta (el creador de la orquesta más popular de Venezuela, la Billo's Caracas Boys) advertía lo mucho que cambiada la ciudad:
"Han cambiado mi Caracas compañero
Poco a poco se me ha ido mi ciudad
La han llenado de bonitos rascacielos
Y sus lindos techos rojos ya no están". Efectivamente, muchas cosas han cambiado, pero el parque Los Caobos se mantiene, y si los caraqueños actuamos con conciencia y sentido de pertenencia, se mantendrá por mucho tiempo más.
